TÚPAC CATARI CUMPLIÓ
Por Darvin Romero Montiel
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Como una manifestación profética… o tal vez una nueva expresión contemporánea del espíritu real maravilloso de nuestros pueblos… la sentencia se consumó. Y con ella la posibilidad de refundar la Bolivia hija predilecta de El Libertador, parida con dolor sobre los brazos del Gran Mariscal de Ayacucho, Antonio José de Sucre. Este 25 de enero, Bolívar y Túpac Catari se abrazaron por fin. Uno despertando después de cien años junto al pueblo… y el otro resucitando hecho millones. Hoy se enarbola la Wipala por todo el continente Amerindio… puro y mestizo.
Las cartas están echadas, el pueblo boliviano, soberanamente volvió a decidir… como lo ha venido haciendo desde hace tres años. La gran mayoría volvió a decirle Si al Evo campesino… al Evo dirigente sindical… al Evo diputado… al Evo Presidente… al Evo Constituyente… al Evo anti-imperialista… al Evo camarada… al Evo constructor de la nueva y verdadera esperanza boliviana.
El mensaje quedó claro. El pueblo boliviano, rechazó rotundamente la propuesta separatista… el fascismo y la desigualdad. Ese pueblo valiente y de ímpetu indoblegable, nos ha dado una nueva lección de resistencia. Nos ha enseñado que se puede ser tolerante pero no complaciente con la canalla que se ha empeñado en acabar el sueño liberador que se asomó desde la Puerta del Sol, en pleno corazón del Tahuantinsuyo hace apenas treinta y seis meses. Parece que hubiese transcurrido mucho más tiempo, pero es que los acontecimientos han impuesto esta sensación. Sabotaje a la Asamblea Constituyente, con uno y otro argumento vacio para evitar la redacción de una nueva Carta Magna… que a pesar de la extensión del tiempo previsto, con el apoyo del pueblo, fue terminada; las guarimbas prefecturales disfrazadas de referendos autonómicos; la excusa de la capitanía plena para Sucre; el descrédito a los convenios de cooperación con Venezuela, Cuba y otros países hermanos; la huelga de transportistas de combustible; la traición de directores electorales en algunos departamentos; el bloqueo al proceso de cedulación; la guerra mediática despiadada; la sangre derramada. En total, 710 conflictos en 2006; 558 en 2007 y 309 en 2008. Todos amparados por la mano, ya no tan invisible, del Departamento de Estado de los Estados Hundidos… perdón, Unidos… que han venido aplicando al pie de la letra, su tradicional Manual del Golpe.
A pesar de todo esto, el imperio no pudo tapar el sol con sus dólares, porque con muchos menos recursos el Compañero Presidente, Juan Evo Morales Ayma, convirtió a su país en el tercero de América Latina en ser declarado por los organismos internacionales competentes, libre de analfabetismo; recuperó la industria energética y minera boliviana revirtiendo el 20-80 a favor de las transnacionales en un 80-20 a favor de los bolivianos; rescató de las garras del capitalismo salvaje las telecomunicaciones; cuatriplicó las reservas internacionales; creó un sistema de becas para niños en edad escolar, con lo cual se redujo la deserción de 5,3 a 3,8 por ciento en este nivel; decretó –pese a la negativa de la oposición- pensiones para los jubilados; en 2008 el crecimiento económico registró un record histórico de 6,53 puntos; se reivindicaron los derechos sociales de los agentes de seguridad, incluyendo dotación de equipos y mejoras salariales; las exportaciones pasaron de 2.867 millones de dólares en 2005 a 6.200 millones el año pasado; los puestos de trabajo en el sector salud pasaron de 1.321 a 3.012; la Operación Milagro devolvió la visión a 319.895 personas, entre bolivianos y extranjeros, de forma gratuita; de un solo Banco de Sangre, se pasó a ocho centros de este tipo; entre otros muchos logros que se tradujeron en un rotundo SI, que hoy celebramos todos los hijos de esta Patria Grande que grita al unísono, Jayaya Bolivia.