7 nov 2007

El imperio busca el baño de sangre en Venezuela

Eduardo Andrade Bone
Los esfuerzos que vienen desplegando las fuerzas más oscuras, conservadoras y reaccionarias de Venezuela, en alianza con el Imperio y un sector de la Iglesia Católica, cada día son de una ferocidad mayor y buscan todas las instancias posible para desestabilizar el gobierno de Hugo Chávez y el proceso de cambios que vive el país.
En muchos de los planos de la conspiración encubierta y abierta, se pretende utilizar a sectores del pueblo venezolano que no comulga con la revolución bolivariana, y que son monitoreado por la oligarquía económica y financiera del país, además de los grandes empresarios y las trasnacionales que financian a la oposición de centro derecha del país.

La forma de actuar de los grupos políticos de centro derecha del país, se parece mucho a la forma como se estableció la conspiración en contra del gobierno de Salvador Allende en Chile.

El golpe en Chile fue financiado por la CIA y las trasnacionales, en concomitancia con el gran empresariado y los latifundistas locales. Que pare tales efectos crearon la Confederación por la Democracia, en donde participo la derecha conservadora y reaccionaria a través del Partido Nacional y la Democracia Cristiana, contando además con el apoyo de grupos terroristas como Patria y Libertad y los Comandos Rolando Matus.

Uno de los grande ejes de la conspiración fue la utilización de las mujeres de las clases medias alta hacia arriba para enfrentarlas con el gobierno de la Unidad Popular, también utilizaron a los patrones ligados al gremio del rodado (camioneros) para ir avanzando en la conspiración y posterior derrocamiento del gobierno de Salvador Allende.

Los golpistas en Chile, utilizaron el mercado negro, el desabastecimiento, la especulación de los precios de los productos de primera necesidad y desataron la inflación. Todo esto acompañado de acciones de sabotaje, terrorismo y campañas del terror, impulsadas por el órgano oficial de la CIA, el diario golpista El Mercurio y toda la red de medios de comunicación de la derecha y la Democracia Cristiana.

En el caso de Venezuela el Imperio y los sectores venezolanos que están involucrados en el presunto derrocamiento del gobierno de Hugo Chávez, buscan usar como carne de cañón a los estudiantes universitarios que proceden de los sectores sociales altos, para enfrentarse con el gobierno de Hugo Chávez.

Los recientes acontecimientos ocurridos con los estudiantes de la Universidad Central de Venezuela, más que protestar por la presunta falta de participación en la discusión de las reformas a la Constitución venezolana, lo que se busca es crear el caos en el país, puesto que las autoridades han garantizado el ejercicio de los "derechos políticos de los estudiantes". El propio portavoz de los estudiantes, Freddy Guevara, dijo a la prensa que rechazaban toda actitud violenta. Sin embargo la dirigencia estudiantil opositora al gobierno de Chávez, es sobrepasada por el lumpen y los infiltrados a sueldo de la CIA.

Los intentos por asaltar el Consejo Nacional Electoral por estudiantes universitarios ligados a organizaciones neofascistas venezolanas, fue rechazada por la presidenta del CNE, Tibisay Lucena, que denuncio que hubo una intención de "asaltar" al organismo electoral. "La intención de asaltar la sede del Poder Electoral es inaceptable", dijo Lucena quien solicitará una investigación para establecer las responsabilidades de los hechos.

Las declaraciones vertidas por el presidente de la Federación de Estudiantes Bolivarianos Carlos Sierra, reflejan claramente esta situación cuando ha señalado que la “actuación de los estudiantes oposicionistas en los predios del CNE son prueba de que ya comenzó a desarrollarse un plan de desestabilización que tiene como fin generar un nuevo Golpe de Estado contra el presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez Frías”.

Las provocaciones y la búsqueda constante de un baño de sangre, es uno de los grandes objetivo de la oposición ligada al Imperio pues ello le permitiría desacreditar la gestión gubernamental de Hugo Chávez y cambiar la correlación de fuerzas en su favor.

Tampoco son ajenos los esfuerzos que la CIA viene desplegando en la financiación de las ONG que están a su servicio, y que desarrollan sus actividades en los barrios populares más importante del país, y también dentro del campesinado, pues se trata de sumar fuerzas.

En el caso de Venezuela ya hemos observado como la reacción neofascista ha comenzado a sacar a la calle a las primeras mujeres que protestan por la falta de algunos productos alimenticios básicos, igual como hicieran en Chile. El segundo paso será la realización de la “marcha de las cacerolas”, para así sumar a los sectores del pueblo más inconcientes en contra del gobierno de Hugo Chávez y la revolución bolivariana.

Las grandes empresas coludidas con la conspiración y que están ligadas a la producción e importación de productos alimenticios están comenzando a desarrollar su propio trabajo en la desestabilización del gobierno de Chávez, pues hay que crear las condiciones básicas para el posterior y presunto termino del gobierno de Chávez.

La decisión de Fedecámaras dirigida por el golpista José Manuel González, llamando "a votar en contra" de la propuesta de reforma constitucional promovida por el presidente Hugo Chávez , se inserta dentro del marco de lo que es la conspiración contra la revolución bolivariana.

Recordemos que en Chile, los grandes empresarios y latifundistas, juntos a la CODE acusaron al presidente Allende de estar violando la institucionalidad democrática existente hasta ese entonces. Cuando los militares fascistas dieron el golpe, esos mismo empresarios no se volvieron a acordar más de la democracia.

Hoy día en Venezuela los empresarios ligados al Imperio y por mandato de éste, han resuelto seguir los pasos de la conspiración y la desestabilización del gobierno de Hugo Chávez., estos empresarios hablan el mismo lenguajes de los empresarios golpistas chilenos, encabezados en ese entonces por los neofascistas del diario El Mercurio, la Sofofa y la Confederación de la Producción y el Comercio (CPC).

El Comando Nacional de la Resistencia, no es otra cosa que un clon de la CODE chilena, y que esta recibiendo miles de dólares para crear las condiciones propicias para el derrocamiento de Hugo Chávez. Esta organización opositora, junto a las familias más pudientes de la sociedad venezolana, suele organizar fiestas en donde los invitados favoritos son altos oficiales de la fuerza armadas venezolanas, a los que pretenden persuadir para dividir al estamento militar, para sumarlos a la conspiración contra Chávez, eso de acuerdo a fuentes periodísticas bien informadas.

De allí, que muchos de los pasos que viene dando la oligarquía económica y financiera del país, juntos a los grandes empresarios, las trasnacionales y el apoyo de los terroristas y genocidas de la Casa Blanca, se parece mucho a todos los pasos que dieron en Chile, para el derrocamiento del gobierno del presidente Salvador Allende. Cuestión que deberán tener en cuenta las organizaciones políticas que apoyan la revolución bolivariana, así como aquellos que cumplen altas responsabilidades en las esferas del gobierno de Chávez.

Los medios de comunicación de centro derecha que se han puesto a disposición de la desestabilización y el golpismo están montando campañas reiteradas, indirectas y tergiversadoras de la realidad nacional, pretenden confundir a la opinión pública y permanentemente echan a correr rumores de todo tipo, en especial aquellos que contribuyan a fomentar el mercado negro y el desabastecimiento de los productos de la canasta básica.

La contrarrevolución está en marcha, cuenta con el poder del dinero y no van a trepidar en utilizar todas sus armas, pacificas y violentas hasta alcanzar sus objetivos, además con el apoyo del Imperio para poner fin al proceso de cambios que vive Venezuela, y no perder así sus mezquinos intereses y privilegios.

La garantía del éxito del gobierno de Hugo Chávez y la revolución bolivariana, estará determinada por el “real papel protagónico” que juegue el pueblo venezolano y sus organizaciones en el proceso de cambios y la construcción del socialismo del Siglo XXI.

Eduardo Andrade Bone
03/11/07