31 may 2012

ENCUESTA HISTÓRICA (Miércoles 29-05-2012)

Antonio Aponte
Un Grano de Maíz



Las encuestas tienen una metodología refinada, el fondo del asunto consiste en saber qué opinan, sienten y prefieren muchos, sólo encuestando a poquísimos. Se reduce el parecer de millones a una muestra de unos pocos miles.
 El secreto reside en la calidad de los encuestados, estos deben resumir la voluntad del resto de la población. La lista de los encuestados es un tesoro de las encuestadoras, pasa a tener vida propia, funciona como un instrumento que rebasa a las individualidades que lo conforman.
En las encuestas cada opinión individual tiene idéntico peso, se reduce a un porcentaje que indica el comportamiento de la masa, no al razonamiento que sustenta ese comportamiento. Tampoco a la historia que encierra, las contradicciones que lo producen, las personas que influyen en la decisión, ni los recuerdos que la determinan. Las encuestas son útiles, pero son incompletas, de allí que un análisis basado en ellas siempre será mutilador.
Una "encuesta histórica" ayudaría a entender mejor el paisaje político de hoy, a situarnos en él, tendría identificados a los encuestados, daría vida a la fotografía, situaría a la política en una corriente de pensamiento, nos diría a qué pertenecemos, dejaríamos de ser huérfanos y conoceríamos a nuestros ancestros políticos.
La encuesta histórica tiene otra metodología: los encuestados están identificados, su vida determina su voto, su opinión no es un número incluido en un frío porcentaje, es un concepto, encierra una ideología, define una lucha.
Veamos un ensayo de encuesta histórica.
Cristo es un voto de Chávez, está siempre del lado del amor, de la vida, de los desposeídos, de las causas nobles, contra los mercaderes y los cómplices de los imperios. Con Cristo está el voto de los cristianos auténticos, los que siguen el mandato de situarse al lado de los humildes. Camilo Torres, Arnulfo Romero votan por Chávez.
Mahatma Ghandi vota por Chávez porque es garantía de Paz. Junto a Gandhi votan los hombres de buena voluntad.
Bolívar no sólo vota por Chávez, sino que se vino a terminar la obra que dejó inconclusa. Con él vota el Ejército de Patriotas que hizo posible el milagro de derrotar a un imperio y liberar a medio continente.
Allende vota por Chávez porque esta gesta es redención de la gesta de Chile.
Einstein vota por Chávez con la angustia del que advierte a la humanidad el peligro de extinción, y la esperanza de salvación en el Socialismo.
Zamora es Chavista, con él votan los llaneros que ofrendaron su esfuerzo siguiendo la senda del Libertador, la redención de los humildes.
Martí es voto seguro de Chávez y, junto al Apóstol, Fidel, el Che, Camilo, los héroes del Moncada, el Granma y la Sierra Maestra.
La lista de hombres buenos, de santos que votan por Chávez, es inmensa. Esta encuesta histórica nos indica a cuál corriente de pensamiento pertenecemos, cuál es nuestra responsabilidad con la humanidad y con el país… por qué debemos votar por Chávez.
¡Con Chávez y con la historia!